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Informalidad como hecho formal

Ir planchado, como muchas otras convenciones sociales, no es más que el residuo de algo impuesto por higiene que a día de hoy carece de sentido. La plancha servía para matar bichos que habitaban la ropa. Estos ya no están. Lavadoras, mejores tejidos e higiene personal la hacen innecesaria. Y no sólo consume tiempo, sino también energía. Pero al igual que decir jesús tras cada estornudo, se ha quedado como signo de buena educación.

Sí, así es: Aquí poca gente va planchada.

Pero no solo eso. El jefe del sitio en el que curro, aparece cada día vestido de ciclista (posiblemente la vestimenta deportiva que menos favorece a quien la lleva), para un rato mas tarde, ya cambiado, reaparecer con una camiseta a medio camino entre la que te regalan por participar en una carrera popular y las que te dan por hacerte socio de Manos Unidas. Por supuesto sin planchar.

Es verdad el tópico del australiano despreocupado (las tortugas surferas de "Buscando a Nemo", que estaba en Australia, sin ir mas lejos). Lo genial no es la manera en que vayan. No. Es que van como les sale de los cojones. Esa es la norma. Y hace que una cosa más de cada cual en un contexto laboral, salga a la luz: lo mucho o poco y la forma en la que cuidan su aspecto exterior: Los que llevan camisa, es porque les gusta llevarla. Los que se afeitan, imagino que porque les pica (el jefe lleva impecablemente afeitada la cabeza). Los que van con zapatos, porque lo prefieren a las sandalias... (Otro de los jefes, trabaja con un sombrero de ala corta puesto; a una de las chicas de por aquí aun no le he visto el pelo bajo diversos pañuelos; a muchos, esto era previsible, nunca les he visto con pantalones largos...) Y algunos van planchados.

Y parece que esa es la norma, que no la haya. Que solo se vista de forma uniforme cuando se va disfrazado. No cuando se va a trabajar. Que se va todos los días y es demasiado tiempo como para estar vestidos como no nos apetece.

5 comentarios:

  1. .... No estoy seguro de si lo que quieres es hacer un experimento para que los de tu curro español dejen las formalidades a un lado y vistan como quieran y, por supuesto, valorar el resultado y hacer estadísticas o si lo que realmente te gusta es tener justificación para poder ir vestido como un homeless al trabajo....

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  2. Te resuelvo la duda: Me he debido expresar mal. No quiero ninguna de esas cosas. Ninguna es necesaria.

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  3. desde Estocolmo, donde las chicas visten con trapitos tan finos y cortos como si este frío solo me afectara a mi, me ggustaría preguntate de qué color es el sombrero de ala corta

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  4. Aqui cuando se levanta el viento, hace fresco (que en realidad es frio) pero como es primavera, pues se queda en fresco. Y yo llevo tres capas y los adolescentes surferos (los hay a patadas) van en camisetillas de tirantes. Eso si, con la piel de gallina.

    El sombrero es negro con una pequenia cinta blanca. Y el propietario esta rapado y tiene un despacho alucinante. No como lo que nos van a dar a nosotros.

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  5. No quiero imaginar a ninguno de los jefes que he tenido ataviado con mallas de ciclista. A alguna de las jefas quizá.

    Planchar lo encuentro tan absurdo como hacer la cama o lavar el coche en invierno. Soy así de bohemio, como el cristal de las copas delicadas.

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