Powered By Blogger

Fin del viaje, fin de blog

Ya está. Se acabó. Un día y pico entre aviones y aeropuertos y ya estoy en España.
Sandwichs, escocesas ininteligibles, Daniel y Danielles por todos lados, fútbol interracial, piraguas y canoas a todas horas, atardeceres sobre la playa, Bureau of Meteorology, herida en mi dedo índice, ruido para ciegos del semáforo de la esquina, Carlton Draght, bicicleta, skype...

Son todas esas otras cosas que iré olvidando de mi tiempo por aquí y que son iguales a esas miles que rodean mi día a día en Madrid.

Gracias a los que me habéis leído, y aún más a los que me habéis comentado algo. Te sientes un poco menos expuesto y da alegría.

Me fui de una España tristona y creo que vuelvo al mismo sitio. Por más que gobierne alguien elegido por mayoría y que ETA haya cambiado su estatus. A ratos me ha parecido que Australia era una especie de "futuro que no fue" de España. La continuación de una ficticia España de hace 5 años que no hubiera basado su riqueza en la especulación de las casas, la dictadura de los bancos y la inconsciencia de muchos ciudadanos.  

Esto no ha sido ninguna aventura. Ni Malarias, ni burros que se te cruzan en medio de la carretera ni especiales problemas para hacerse socio de la biblioteca. Esto ha sido la ficción de mis ratos libres y tardes de lluvia. Escribir cosas de por aquí (y hacer fotos) me ha hecho fijarme un poco más en ellas.


















Australia no es "las antipodas" más que porque tardas mucho en llegar y sabes que tardarías mucho en caso de tener que volver. Ese es el efecto "Antipodas". Hacer que sepas que estás muy lejos. Por lo demás es un país tan "occidental" que en dos horas ya notas que no hay "Burger Kings" (aquí se llaman "Hungry Jack") y que no para de reivindicar su supremacía en "el hemisferio sur". Me gusta que sus cursos coincidan con los años (de febrero a diciembre, sin líos de 98/99 y así). Que sus vacaciones de verano arranquen con la Navidad. Y su tendencia al disfraz.

Por más que su acento me haya vuelto loco (todo lo que podría decir sobre él está aquí y aquí, 4:25), los australianos me han parecido amables (hasta el odio si te ven con un mapa extendido), acogedores, simpáticos y con rasgos de carácter francamente mediterráneos. Si se supera el medio a los océanos que hay en medio, es un buen sitio para vivir (mejor que para visitar). Una especie de EEUU con estado de bienestar y sin tantas chorradas. Y... bueno, qué cojones, me han encantado tanto los Koalas como los Canguros.

3 comentarios:

  1. Como dicen ustedes, "Muy chulo", las fotos también. Si regresas avisa. Un abrazo.

    Rodolfo.

    ResponderEliminar
  2. ¿Y si te dedicaras a viajar por el mundo, pasar temporadas mas o menos largas en distintos destinos y a crear más blogs como éste?

    Serías como el tio de los Fraguel que contaba cosas del más allá y que nos hace menos ignorantes.

    Eso sí, no más de tres meses fuera de casa, que te echabamos de menos.

    ...y si todos nos replantearamos lo que hacemos por aqui.

    ResponderEliminar
  3. Rodolfo, si vuelvo tú (y tu sofá) seréis los primeros en saberlo. Un abrazo y disfruta del verano "cabrón" (como decimos nosotros).

    Anónimo 2: Gracias por el supercumplido, pero si no fuera por la hora, hubiera dicho que es un comentario de mi madre. Y gracias a la hora creo que se quien eres.

    Que nadie se replantee nada. Pensar nunca ha sido bueno para España.

    ResponderEliminar