El pasado 1 de Noviembre era día festivo en Melbourne. Yo dí por hecho que celebrarían el día de los muertos o de todos los santos, pero mi compañero de despacho me dijo que era fiesta siempre el primer martes de noviembre. Y tras mi pregunta por el motivo, me contestó "una jodida carrera de caballos". Mitad porque lo pienso, mitad porque acababa de llegar y pelotear una costumbre local no iba a caer mal, intenté hacerle ver que me parecía mejor una carrera de caballos que muchas de las cosas que hacen que sea festivo en España, en especial dando por hecho que es una sociedad laica. Y que si esa carrera de caballos paralizaba Melbourne como parecía que hacía, y que hizo, mejor dar día festivo que tener a mucha gente mirando de reojo la televisión todo el día mientras se finge trabajar. Además mucha gente apuesta (lógico, no veo mayor aliciente a ver correr en círculo y a lo lejos a un grupo de caballos).
La carrera gorda coincidía con el festivo, pero durante 10 días, podías ver el centro de Melbourne lleno de gente que iba o volvía al hipódromo. Sobria y ebria, respectivamente. 90.000 espectadores cada día. Y la mayoría, respetando una etiqueta (no impuesta): Vestían de cromo en sepia; ellas iban como de Cotillón en Nochevieja se va en Espana (frío y tacones del pie a la mano incluidos), pero con un nido de Guacamayos en la cabeza y consecuente tendencia al modelo "Hermanas de la cenicienta".
Ellos variaban desde la sobriedad del sombrero de copa y chaqué a ese look que David Civera con sus guiños a cámara mató para siempre en España: Sombrero de ala corta, chalequillo y detalles de "sí, clásico, pero con mi estilillo" (...).
La carrera gorda coincidía con el festivo, pero durante 10 días, podías ver el centro de Melbourne lleno de gente que iba o volvía al hipódromo. Sobria y ebria, respectivamente. 90.000 espectadores cada día. Y la mayoría, respetando una etiqueta (no impuesta): Vestían de cromo en sepia; ellas iban como de Cotillón en Nochevieja se va en Espana (frío y tacones del pie a la mano incluidos), pero con un nido de Guacamayos en la cabeza y consecuente tendencia al modelo "Hermanas de la cenicienta".
Ellos variaban desde la sobriedad del sombrero de copa y chaqué a ese look que David Civera con sus guiños a cámara mató para siempre en España: Sombrero de ala corta, chalequillo y detalles de "sí, clásico, pero con mi estilillo" (...).
En España las carreras de caballos no acaban de tener tirón, pero cada vez que juegue la selección española un partido de Mundial o Eurocopa, la administración podría darnos festivo. O cuando empiecen las rebajas. O cuando sea noche de elecciones. O cuando OT vuelva a estar de moda. O, esta yo la pondría en mi programa electoral, cuando cambien la hora, para que durmamos mejor. Fiestas cada Equinoccio. Mi madre me votaría solo por la del cambio de hora de verano, que lo lleva muy mal.
Todo lo grande tiene ese tufillo cutre en todos lados. Que más da que sea una carrera de caballos que la resurrección de cristo nuestro señor que ir a comprar el pan. Yo tambien te voto si quitas los cambios de hora... o si por lo menos los explicas sin que suene a triple mal lanzado.
ResponderEliminarLa foto de las hermanastras de las cenicientas las has sacado de un blog (sincronía). Aconsejo la lectura del primer post que aparece... tambien es festivo.
¿Nido de guacamayos? Que benevolente eres...
ES horrible lo de los trajes con "toque personal" de los tíos. Más que del hipódromo parece que viene de un cotillón en un polígono.
ResponderEliminarEl cambio de hora: La cambian para hacer mas oscuros los inviernos y mas calurosos los veranos. La explicación del ahorro de energía, efectivamente, siempre ha sonada a bacalada en España (donde vivimos mas de noche), pero sus datos manejaran.
ResponderEliminarAporto que aquí el cambio de hora es diferente. Es otro día (a primeros de septiembre en vez de a finales de octubre). Eso hace que estemos, dependiendo del momento a 8, 9 o 10 horas de diferencia. Es Nueva Zelanda se llega a las 12 de diferencia. Ellos si que son las antipodas y no estos adoradores del jogging.
Me temo que el concepto "cotillón en el polígono" no voy a ser capaz de transmitirlo traducido en todo su esplendor, pero como titulo de un corto, lo financiaba. Y lo del hipódromo es una pieza mas de algo de lo que hablare en la penúltima entrada, en unos días.